viernes, 1 de abril de 2011

Misión Agrovenezuela y considerandos de la industrialización a nivel mundial



                                                                                                                   



La Misión Agro-Venezuela surge en el contexto de la más encarnizada lucha de clases, avanzado desarrollo de las fuerzas productivas y los graves efectos de los cambios climáticos y reducen la capacidad productiva de muchos ecosistemas en el mundo.
Importantes logros de la ciencia y la tecnología tienen lugar, al mismo tiempo que más de 1.500 millones de habitantes del planeta viven actualmente en condiciones de extrema pobreza. Al termino de la primera década de este siglo, y por primera vez en la historia de la humanidad, mil 20 millones de personas, una sexta parte de la población mundial, padece de hambre. La destrucción del bosque tropical, con una extensión tres veces equivalente a la superficie de Francia y la contaminación atmosférica, por emisiones de dióxido de carbono, en un 60% procedente del mundo industrializado, se ha cuadruplicado en los últimos 40 años y constituye la causa principal del recalentamiento mundial de la atmósfera que afecta mayormente a los países más pobres. En 42% se estima, para el 2.050, la población del mundo que vivirá en países con insuficiencias de agua para satisfacer las necesidades de uso agrícola, doméstico e industrial. Entre el 25 y el 50% de los niños nacidos en los países en desarrollo presentan bajo peso al nacer por malnutrición durante el periodo de gestación y/o durante el periodo maternal.
Los países industrializados, con 15% de la población mundial, consumen 75% de los recursos energéticos del mundo. Cada año, aproximadamente 75 billones de toneladas de suelo son erodadas desde los ecosistemas terrestres. La mayor parte de esta cifra proviene de tierras bajo uso agrícola, 13-40 T/ha/año; y en la agricultura de laderas, en ambientes de clima tropical lluvioso, las pérdidas de suelo pueden alcanzar cifras hasta de 400 T/ha/año.
De allí la paradoja: el siglo XX ha producido progresos gigantescos en todos los campos del conocimiento científico, así como en todos los campos de la técnica; pero al mismo tiempo, ha producido una nueva ceguera hacia los problemas globales, fundamentales y complejos.
La agricultura industrial, basada en una racionalidad maximizante, capitalista en la producción y uso de los agroquímicos, las maquinarias, las semillas e implementos agrícolas; es concomitantemente alta generadora de graves problemas de erosión, contaminación de suelos y aguas, profundos desequilibrios del ciclo del agua y acelerados procesos de desertización de los suelos, que han agravado la escasez, el éxodo rural y los improvisados asentamientos urbanos.
En consecuencia en la medida en que el capitalismo se va haciendo incompatible con la vida humana, en la medida en que se hace más irracional y atenta contra la supervivencia misma de la humanidad, los avances tecnológicos en el marco del capital, ya no son señal de progreso, porque agota los recursos renovables y acrecientan el abismo entre países pobres y ricos. La humanidad comienza a necesitar un nuevo sistema de valores universales, distintos y, en alguna medida, contrario a los que el capitalismo universalizó, un sistema donde la justicia, la equidad, la protección del ambiente, la preservación de un futuro para la humanidad, pasen a ocupar un primer plano. Por todo lo anterior, el modelo capitalista de producción agrícola es, en esencia, ajeno a las relaciones socialistas de producción en el campo.

En Venezuela se importa un 80% de los alimentos de consumo humano, para satisfacer las necesidades de nuestro pueblo, que en un 87% viven en ciudades, especialmente en la región norte-costera, donde habitan el 96% de la población. Esto convierte a nuestro país en el segundo más urbanizado del subcontinente y uno de los doce países más urbanizados del mundo. Consecuencia directa de la falta de voluntad política para llevar adelante la reforma agraria en 1960, la cual debió afectar a 3.422 propietarios de grandes latifundios que acaparaban 17.340.120 hectáreas, equivalentes al 78,6% de las unidades de explotación. Como resultado, 168.004 familias campesinas, que representaban en ese momento 71,6% de los sujetos agrarios, migraron a las grandes ciudades, en su mayoría.
De allí la importancia y el carácter estratégico de la misión Agro-Venezuela, porque unida a la lucha contra el latifundio y al cambio de las relaciones sociales de producción capitalistas y pre-capitalistas en el campo, los sujetos agrarios hoy deben disponer de tecnologías que los liberan de las cadenas impuestas por las grandes transnacionales de la agricultura industrial.

Esta tecnología agroecológica está hoy representada en el sistema de Pastoreo Racional Voisin (PRV), cuyo fundamento agronómico es que la agricultura –animal y vegetal– es un sistema abierto, pues en él se están incorporando constantemente insumos provenientes de la captación de la energía solar, de las lluvias, del aire y, especialmente, de la actividad biológica del suelo. El objetivo por lo tanto, es maximizar la captación de la energía solar, mediante la combinación pasto-animal-rotación de cultivos, para crear condiciones para el desarrollo de la vida del suelo, estimulando la biocenosis, con la consecuente acción de los micro, meso y macroorganismos, ofreciendo condiciones para la acción de las micorrizas, de los oligoquetos y otros procesos. Los resultados alcanzados con esta tecnología correctamente conducida, han demostrado, en el Trópico, la sustentabilidad de la agricultura, la preservación del ambiente y el aumento de la producción, sin el uso de fertilizantes, arados y agrotóxicos.
Recordemos que en Venezuela un tercio del territorio nacional, 260.000 kilómetros cuadrados, está constituido por ecosistemas de sabanas, con suelos ácidos-arenosos de muy baja fertilidad natural, en los que con mayor pertinencia urgen opciones tecnológicas de esta naturaleza. Pero además estos ecosistemas pueden prestar importantes servicios ecosistémicos, ya que con pasturas bien manejadas, la deposición de materia orgánica proveniente de la bosta y el sistema radical, es posible secuestran 14.467 Kg de CO2/ha/año. Lo anterior equivale, para bovinos con una vida media de tres años, a un secuestro de carbono en ese período de 43.400 Kg, es decir, que por cada unidad de carbono emitida por un bovino, serían secuestradas 12,5 veces más por las pasturas.
La Misión Agro-Venezuela no debe equivocar entonces su rumbo estratégico, muy por el contrario, debe en forma perentoria avanzar hacia las relaciones socialistas de producción en el campo y aplicar tecnologías revolucionarias, que superen la reproducción del capital, garantice altos rendimientos agrícolas, bajos costos de producción y contribuyan significativamente a preservar los recursos naturales y a mitigar el efecto invernadero mediante el secuestro de carbono en los suelos.


Inspecciones Venezuela realizada por el grupo  

La ecorregion Pantoño - aguas caliente posee aproximadamente 150 productores registrados en la misión agro-Venezuela , los  cuales cultivan los siguientes rubros, batata, plátano, cambur, ají, ocumo chino, lechosa, naranja, limón, yuca, parchita, maní, pimentón, tomate , berenjena, cría de ganado bovino, porcinos,ovinos y aves de corral. actualmente llevamos abordados  60 productores de las comunidades Pantoño y  Palo Rosal.


INSPECCIONES REALIZADA POR EL GRUPO

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